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Como es costumbre en cualquier parte del mundo, cada fin de año aparecen conteos y análisis de todo lo ocurrido y aparecido durante esos 365 días que llegaron a su fin, ya sea a nivel general, político, artístico, entre otros; y obviamente tanto para arquitectos como para interesados revisiones de este tipo no pueden quedar de lado.
Para muchos probablemente esto sea más de lo mismo de años anteriores, sin embargo el 2015 tuvo (por lo menos en un pequeño rango) una diferencia para el Perú: la preocupación por el espacio urbano llegó al debate político y ciudadano. Hasta años anteriores la calidad del diseño arquitectónico y la planificación de las ciudades en este país eran temas únicamente conversados por personas pertenecientes a pequeños círculos de arquitectos y estudiantes, pero desde que empezó el 2015 éstos pasaron de ser ninguneados por la ciudadanía a ser llamados para varios medios de comunicación para sus primeras planas.
Por esto y por muchos otros acontecimientos este año resulta bastante interesante para repasarlo dentro de este ámbito y al mismo tiempo para intentar respondernos: ¿situaciones como éstas volverán a aparecer el 2016? Pues descubrámoslo.
- CAPÍTULO III : …Y EL ESPACIO PÚBLICO ABAJO
Si bien en este mundo pueden existir personas que son conscientes de su entorno y de quienes lo rodea hay otras que carecen de ello y que pueden ser autoridades, empresarios o peor aún: comunidades organizadas. Sea por ignorancia o prepotencia, estas personas pueden perjudicar distintas cosas en distintas áreas, y la arquitectura y el urbanismo no son ajenos a ello.
Empecemos por quienes normalmente son los principales responsables en estos asuntos: los alcaldes. El que más "destacó" en Lima (después de Castañeda claro): Francis Allison, alcalde del distrito de Magdalena del Mar, que con motivo de descongestionar el tráfico en el Jirón Felix Dibós amplió dicha calle a tres carriles, para lo cual mandó talar árboles con más de 30 años de antigüedad que interferían con las obras pero que hacían de la zona un simpático lugar para vivir. Nunca se le consultó a los vecinos, y pese a sus esfuerzos para impedir las obras (incluyendo vigilias y constantes marchas) la medida fue inevitable (incluso se recurrió a delincuentes ARMADOS para amenazarlos si no dejaban trabajar al Municipio). Más adelante el municipio inició una campaña de siembra de árboles, pero en Felix Dibós el daño ya estaba hecho. Hoy Allison dice que su gestión impulsa el cuidado del ambiente, pero estas medidas y los residuos de construcción que manda arrojar al mar contradicen sus palabras.
Entre otros alcaldes "memorables" tenemos a los que despilfarran su presupuesto como Julio Cortéz, alcalde provincial de Santa (Ancash), que en vez de solucionar los peligros que genera a los peatones una carretera que cruza en medio de la zona urbana de Chimbote no hace más que adoquinar el separador central; a los que no saben utilizarlo, como los alcaldes de Arequipa que en su mayoría cerraron el año sin ejecutar ni el 50% de sus recursos; a los que hicieron proselitismo político con los espacios públicos como Juan Navarro, alcalde de San Juan de Lurigancho, que mandó a pintar bancas de algunos parques con colores de su partido; y los que se hicieron de la vista gorda ante atropellos a su jurisdicción como Jorge Muñoz, alcalde del distrito de Miraflores, quien desapareció ante las quejas por la ejecución de las obras que se realizan en la Costa Verde, y Oscar Benavides, alcalde de Ate, quien prácticamente consumó el daño al Complejo Puruchuco. Hay tres personas más que no pueden dejar de estar en este grupo: Roberto Torres, ex alcalde de Chiclayo, quien por no elaborar un plan ordenador vial el transporte vehicular de la ciudad actualmente está colapsando; Susana Villarán, la ex alcaldesa de Lima, quien por inaugurar la Costa Verde Sur pese a no estar terminada (su gestión estaba por acabar y el proyecto debió entregarse el 2011) terminó dejándola judicializada y por ello el 2015 nadie pudo culminarla ni restaurarla porque las investigaciones aún no terminan mientras el lugar funciona prácticamente como basurero; y Cesar Acuña, ex alcalde de Trujillo y hoy candidato presidencial, que por no terminar el Complejo Deportivo Mochica Chimú (el cual debió estar listo para los Bolivarianos del... ¡2013!) éste luce inservible hasta la actualidad.
Y así como las personas con poder político pueden mejorar o empeorar la composición de sus ciudades si se lo proponen, las personas con poder económico también pueden hacerlo en beneficio, para bien o para mal, de los intereses particulares de sus empresas (el sociólogo Paul Maquet tiene una interesante opinión al respecto).
Eso lo demostraron algunos empresarios que por su codicia y falta de ética terminaron poniendo en peligro espacios públicos, zonas intangibles y hasta patrimonio histórico; y curiosamente los dos casos más emblemáticos del año son del mismo rubro: los hoteles. Uno de ellos fue la construcción del Hotel "Four Points by Sheraton" a cargo de la empresa R&G en Cusco, cuya licencia fue emitida a fines de diciembre del 2014 (dos días antes de finalizar la gestión del ex alcalde Luis Flores García) y que recibió la desaprobación de la población y denuncias de instituciones como la Dirección Desconcentrada de Cultura de Cusco, la Comisión de Juristas del Cusco y el Consejo Internacional de Monumentos y Sitios Histórico-Artísticos (Icomos - Perú) debido a que sus 10 pisos iban contra la volumetría permitida y el Plan Maestro del Centro Histórico, y porque durante las obras se destruyó andenería Inca (lo cual implica un delito penal contra el patrimonio). Felizmente, y pese a la oposición de la Sociedad de Hoteles del Perú, la Municipalidad Provincial del Cusco (al mando del alcalde Carlos Moscoso) conformó una comisión Técnica Ad Doc que luego de evaluar las licencias de construcción decidió declararlas nulas. Actualmente se evalúa la demolición del inmueble.
El otro caso genera bastante incertidumbre y se trata de la inminente construcción del Hotel Hyatt por parte de la empresa Graña y Montero en el acantilado debajo de centro comercial Larcomar, en la Costa Verde de Miraflores. Si bien la zona fue declarada intangible desde julio del 2010, los promotores del proyecto señalan que éste no tiene impedimento de realizarse ya que su contrato se firmó junto con la Autoridad del Proyecto Costa Verde en 1995, antes de aparecer la ordenanza que lo impedía. Aunque ésta se detuvo en el 2012 por cambios en los planos de construcción, ya se hicieron los trabajos preliminares y su ejecución se iniciaría este año. Sobre esto hay opiniones opuestas: por un lado la Sociedad Geológica del Perú lo considera inviable ya que contradice las consideraciones técnicas y paisajísticas que motivaron la intangibilidad de los acantilados (incluyendo riesgos de derrumbe), y el otro están quienes piensan lo contrario como el Arq. Jorge Ruiz de Somocurcio, que califica estas afirmaciones como apocalípticas. Sea cual sea la verdad, lo que sí es un hecho es que una zona que anhela ser un balneario con acceso para todos los ciudadanos está empezando a entregar terreno a edificaciones que, al margen que embellezcan o no su entorno, son netamente privadas, y en el caso particular de este hotel aún no sabemos qué tan eficientes lleguen a ser los proyectos anexos de carácter público-privado que lo complementarán. Esperemos que esto termine bien y que este año no aparezca un nuevo caso como el balneario de Barranco, cuyos edificios en los acantilados le han quitado dignidad al peatón.
Por último, este año el espacio público tuvo un tercer enemigo, y como dije al principio de este capítulo es el más preocupante, pues se trata de las personas para quienes justamente está hecho: las comunidades y sus vecinos. ¿Y cómo así? Pues la mayoría de ocasiones se dieron por males de nuestra sociedad como el egoísmo y la discriminación, y en ello no quedó fuera ningún estrato económico-social. Hubo casos como la escalera de una vivienda que invadía la vereda en Chorrillos, algo que si bien se dio a conocer en Mayo por una foto que circuló en las redes sociales ya tenía más de un año de realizada, lo cual incitó a la municipalidad de ésta y de otras comunas a multar y despejar a los vecindarios de ejemplos similares (hasta se hizo un ránking con los ejemplos más c... uriosos). No podemos dejar de hablar del llamado "Muro de la Vergüenza", ese que separa a la comunidad de Pamplona Alta y al lujoso barrio de Las Casuarinas y que este 2015 llamó la atención de cadenas internacionales como EFE de España y la BBC de Reino Unido (recomiendo eI reportaje del segundo). Iniciado a mediados de los ochentas y culminado en su totalidad hace cuatro años, los residentes de Las Casuarinas cuentan que se levantó para detener los robos que sufrían por parte de los invasores, pero los vecinos de Pamplona Alta comentan que la principal razón fue el perder la vista de sus precarias viviendas, pues ésta le quitaba valor económico a sus inmuebles. De cualquier forma, lejos de ser un elemento urbano positivo, es actualmente el símbolo de la desigualdad en el Perú.
Pero si queremos hablar de discriminación en el espacio público (y de la explícita) los que se llevaron el premio del 2015 fueron los vecinos del distrito de San Isidro. Obviamente no hablo de todos, pero por culpa de unos cuantos el estereotipo de ultra conservadores que cae sobre muchos de ellos prevalece hasta hoy, ese que se vio por ejemplo en los vecinos cercanos al parque Abtao durante sus protestas contra los Food Trucks, que como parte de una iniciativa entre el grupo de comerciantes y la municipalidad éstos atienden en espacios públicos del distrito con el objetivo de atraer más visitantes y así estos parques y plazas sirvan no sólo para dar oxígeno; lo que decían uno de sus carteles: "San Isidro no es el Mercado Central". Si esto sonó cómico, sus comentarios sobre la actualidad de El Olivar son aún peores: desde que la municipalidad distrital le ha dado apertura a los múltiples usos que pudieran tener éste y otros parques de su jurisdicción (diversión, ocio, deporte, descanso, etc.) han estado apareciendo actitudes discriminatorias de niveles psicológicamente preocupantes que tuvieron su mejor reflejo en una nota de un pasquín local titulada "Convierten El Olivar en parque zonal" (no es broma, léanlo). Algunos "personajes" se justifican con cierto cinismo mediante frases como: "Acá hay un cartelito que dice 'Parque para todos. Prohibida la discriminación'. Es un insulto para los vecinos." o "Los sanisidrinos salimos ... muy poco porque te amargas el hígado viendo esto. El bosque se ha convertido en tierra de nadie". Afortunadamente el alcalde Manuel Velarde ha garantizado que continuarán las políticas de "humanización" de los parques, pese a que algunas personas mayores digan que en ellos "los niños hacen ruido".
El urbanista Angus Laurie menciona en un artículo que "el espacio público es algo que, en su mejor forma, puede articular una ciudad no solo a nivel físico sino también a nivel de un tejido social". Con todo lo que hemos visto podemos darnos cuenta que en el Perú esto no soló no se cumple, sino además que de todas las barbaridades que se le puede hacer al espacio público aquí se realizan la mayoría (por no decir todas). Por ello los arquitectos tenemos un importante deber que va más allá de trabajar para recibir su salario: debemos estar al pendiente de los problemas tanto de nuestro barrio como los del resto del mundo, analizarlos, trabajar en soluciones, combatir con las que no lo son, y sobre todo meternos en política (gracias a Claudia Amico por la entrevista). Afortunadamente, y aunque los más escépticos no lo reconozcan, en este país hay quienes lo tienen claro y que lo demostraron este año tal y como veremos a continuación.
- CAPÍTULO IV : Tranquilos, no todo fue malo
Conciencia de los problemas que tienen por encargado resolver, el compromiso con su trabajo y mucha creatividad son algunas de las características que demostraron varios de los profesionales del sector público a la hora de sacar adelante importantes proyectos que, al margen de que hayan podido ser mejor planteados o no, tendrán bastante impacto en las personas para quienes han sido destinados.
Uno de ellos fue anunciado oficialmente a inicios de febrero: la ciudad Charles Sutton en Olmos (Lambayeque), la cual ha sido presentada como la primera ciudad planificada surgida del proyecto de irrigación e hidroenergética de Olmos (el cual fue planteado desde 1920). Según comentan las autoridades involucradas -entre ellas el Ministerio de Vivienda- las 3700 hectáreas que abarca su extensión servirán para abastecer la demanda de vivienda que se generaría a partir de las oportunidades laborales que aparecerán conforme se vaya consolidando el proyecto de irrigación ya mencionado; además esta ciudad cuyo nombre rinde homenaje al padre de la irrigación en el Perú contará con todos los procedimientos de construcción de ciudades como diseño de estructura, zonificación, estudios de densidad, entre otros. Su presentación sin embargo ha generado críticas tanto por el fuerte financiamiento que se le ha destinado -mientras otras ciudades de Lambayeque no cuenta con servicios básicos- como por su estructura que ha sido calificada como discriminatoria por el Colegio de Arquitectos de Lambayeque especialmente por la falta de equipamiento necesario para las próximas personas que la habiten; afortunadamente estos reclamos fueron escuchados y por ello se conformó una comisión técnica que ayude a solucionarlos. Esperemos pues que los resultados de este proyecto sean positivos, y mientras los esperamos será útil ir revisando la información oficial del mismo y algunos videos al respecto.
Otra grata noticia fue el Programa Nacional Tambos, del cual nos comentó el Viceministro de Vivienda y Urbanismo Ricardo Vidal Núñez en una entrevista y cuyo nombre se inspira en los albergues Incas que servían como depósitos y centros de conexión entre distintas zonas muchas veces lejanas. Dirigido por el Ministerio de Vivienda, el programa consiste en que el Estado implemente centros de servicios en zonas rurales y alejadas que sufren de pobreza, los cuales ayuden a las autoridades distritales, provinciales, regionales y nacionales a brindarles a los habitantes sus servicios de forma más rápida y directa, brindándoles refugio a quienes los requieran y capacitación en distintos ámbitos que las personas requieran (agricultura, construcción, educación, etc.). Cada tambo cuenta con sala de usos múltiples, dormitorios para ocho personas, cocina, almacenes y oficinas administrativas, además de tener acceso a los servicios de agua, luz e internet. Actualmente ya van 238 tambos construidos en 16 regiones tanto en zonas altoandinas, amazónicas y de riesgo (VRAEM, Huallaga, entre otros), y según el Ministerio de Vivienda se han llevado más de 1.7 millones de atenciones. Esperemos que este programa se consolide y sea continuado en el próximo periodo estatal con las mejoras que se requieran.
Pero de todas las iniciativas que el Estado sacó a flote la que probablemente haya sido la más aplaudida es el Plan Selva. Dirigido por el Ministerio de Educación a través del PRONIED y presentado a fines de febrero consiste en reforzar la calidad de los colegios públicos pertenecientes a la Amazonía en lo referido a recursos humanos, infraestructura, gestión, aprendizaje e infraestructura. Sobre esto último nos enfocaremos pues se planea a largo plazo restaurar cerca de 800 colegios e incrementarlos en un 30%, además de dotarlos de servicios básicos y de viviendas para los profesores que llegan desde muy lejos para dictar clases. Para su construcción se utilizarán materiales propios de las zonas intervenidas (las cuales se dividen en selva urbana, selva periurbana, rural y rural remota); su diseño contará con aulas, área docente, mediateca, sala de usos múltiples, comedor, baños y patio techado, permitirá que sean fáciles de instalar y se adecuará a las condiciones geográficas y climáticas donde se ubiquen, de tal forma que brinden ventilación e iluminación adecuados para así optimizar el desempeño de los alumnos, docentes y trabajadores. En diciembre se colocó la primera piedra de las obras y para mayo del 2016 entrarán en completo funcionamiento los 10 primeros colegios. Este ambicioso proyecto llamó la atención de los arquitectos Jean Pierre Crousse y Sandra Barclay, quienes lo presentarán para la Bienal de Arquitectura de Venecia del 2016. Por todo lo expuesto felicitemos a Elizabeth Añaños (Jefa de Infraestructura del Plan Selva) y a su equipo conformado por Claudia Flores, Sebastián Cillóniz, José Luis Villanueva, Miguel Chávez, Gino Fernández, Álvaro Echevarría, Alfonso Orbegoso, Luis Miguel Hadzich y Carlos Tamayo.
Finalmente no podemos dejar de mencionar otras propuestas ejecutadas como el Programa de Viviendas Vulnerables (MINDIS y Fondo MiVivienda), los Centros Comunales Comerciales (MINVIV) y la posibilidad de que se implementen nuevos metros en Arequipa, Huancayo, Cusco, Trujillo, Piura y Chiclayo por parte del Ministerio de Transportes y Comunicaciones. Quizás falten más (no he puesto nada sobre iniciativas propias de autoridades regionales) o quizás sean las únicas trascendentes, pero en este capítulo me ha quedado claro que en lo referido a arquitectura y urbanismo el 2015 fue muy productivo para el Gobierno Estatal y muy malo para las Municipalidades. Esperemos que los primeros consoliden sus proyectos y los segundos se reivindiquen el 2016. Por cierto, hay otras buenas noticias y en los siguientes (y últimos) capítulos no solo conoceremos éstas sino también a muchos de sus artífices.
- continúa en la parte 3. no te la pierdas
- (Enlace disponible desde el 28-02-2016)