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Aldo Facho: "La planificación urbana en el Perú, a efectos prácticos, no sirve para nada"

El arquitecto urbanista y director del blog "HABITAR" nos brinda una reflexión y crítica sobre la forma como se desarrollan las ciudades en nuestro país.

Publicado: 2017-06-04

Horas antes de publicar esta entrevista me enteré de una buena noticia: el centro comercial que iba usar como terreno el Parque Manhattan de Comas ha sido cancelado por la Contraloría (al menos por ahora). Esto es algo atípico en un país donde lo normal es que los proyectos se realicen sin un análisis previo del entorno en el que se ubicarán y del impacto que puedan generar a mayor y menor escala, y todo con la excusa de culminarlos en la brevedad posible. Ya lo vemos desde hace tiempo en casos como el ByPass de 28 de Julio (que recurrió a un plagio como parte de su sustento), el aeropuerto de Chinchero (rechazado por la Asociación de Pilotos Peruanos por su peligrosa ubicación) o con el MUNA (ubicado en un lugar donde las vías de acceso no son las más óptimas para un proyecto de dicha magnitud). 

Esto último lo explica bastante bien Aldo Facho, quien a través de "HABITAR" y con su amplia experiencia como arquitecto y urbanista pone sobre la mesa este y otros temas que lamentable la academia y los noticieros pasan muchas veces de largo. Y como comprenderán a través de lo que nos cuenta en esta entrevista, si queremos tener ciudades en las que nos dé gusto vivir debemos tener en cuenta dos cosas: que lo que dice el título es verdad y que con un contundente cambio de conciencia tanto político como profesional dicho problema tendrá solución.

Vista aérea del MUNA en Pachacamac (Foto: Lima Milenaria/ Google)


¿Qué es lo que más le gusta: leer o escribir sobre arquitectura?
Hoy, ninguna de las dos cosas. Si bien me formé para ser arquitecto, a partir de mi experiencia profesional me fui dando cuenta que la escala en la que podríamos aportar a procesos de cambio integrales para el desarrollo de nuestra sociedad era la del urbanismo. Entonces fui dejando de leer o escribir sobre arquitectura, y pasé a leer y escribir sobre urbanismo, ciudadanía y espacio público.
¿Y qué fue en específico lo que lo llevó a ese interés particular en el urbanismo?
Como te comentaba, hasta el tiempo de mis estudios de doctorado, yo era arquitecto y quería ser arquitecto. Cuando elijo la línea de investigación que dirigía el arquitecto Helio Piñón, un referente teórico de la arquitectura moderna española, era porque quería posicionarme en el quehacer arquitectónico. Cuando vuelvo a América, en específico a una oficina de Diseño Urbano y Planificación Territorial en la Argentina, me fui dando cuenta que el nivel de sofisticación al que se podía llegar en la arquitectura muchas veces era banal ante problemas estructurales de sociedades como la nuestra. De esa manera fui mutando hacia lo urbano, hasta reconocerme hoy como arquitecto-urbanista.
¿A qué se refiere exactamente como banal y qué ejemplos podría considerar en la arquitectura peruana?

Quiero acotar que esta es una posición personal. En ese referido momento de mi vida, me encontré trabajando en detalles objetos con un alto nivel de exquisitez desde lo constructivo, y sentí que estaba en un espacio sumamente acotado para poder aportar, de forma significativa, al desarrollo de nuestra sociedad.

Esto no quita valor a los buenos proyectos de arquitectura, ya que no puede haber buenas ciudades sin buenos edificios, sólo es una mirada más amplia del rol que podemos cumplir como profesionales con capacidad de abstraer las necesidades de la sociedad y orientar su desarrollo en el ambiente.

Y desde el aspecto urbano, ¿cuál considera que son los aspectos en los que más se debe trabajar en las ciudades peruanas?
Hay una frase que repito mucho últimamente: planificación urbana estratégica y adaptativa. En el Perú no es que el urbanismo no exista: se da como una meta de cumplimiento, más no como la forma de enfocar el desarrollo de las ciudades. El enfoque que debemos darle al urbanismo es el de ser el medio para alcanzar un mejor bien; y en ese sentido creo en un urbanismo estratégico y adaptativo: estratégico porque debe estar pensado desde proyectos estructuradores de bienestar, capaces de concentrar transformaciones que ayuden a mejorar la calidad de vida urbana de las personas; y adaptativo porque tiene que ser abierto y flexible, para poder ajustarse en base a las dinámicas sociales y ambientales.

"Faltan políticos de carrera, y partidos políticos serios y estructurados. Pensar que cualquiera está capacitado para ser congresista es un concepto errado y sumamente perjudicial para el desarrollo del país" (Foto: Andina)

Sobre lo que menciona, su último artículo sobre el MUNA hacía hincapié en que su ubicación y su apresurado inicio de obras podrían reducir el potencial que podría llegar a tener. ¿Siente que se trata de un desacierto de los arquitectos involucrados o que son los políticos los que prefirieron no escucharlos del todo?

Ni uno ni lo otro. Para los arquitectos hubo un concurso público donde ya estaba definido el lugar y el programa a resolver, por ello no es que no nos escucharon, sino que nunca nos preguntaron. Creo que el problema viene de más arriba y de cómo se definió el lugar, en palabras de los mismos vice-ministros de entonces (Luis Jaime Castillo y Juan Pablo de la Puente): porque era un terreno grande de propiedad del Ministerio de Cultura; no hubo ningún tipo de reflexión urbanística, fue una decisión absolutamente política y cortoplacista, producto de la precariedad de nuestro sistema. Entonces, en el marco de esta política de corto plazo, donde cada dos meses se cambian las reglas de juego, entiendo que estos políticos buscaron la ruta más rápida para poder concretar este proyecto, pasando por encima de las escalas de planificación de la ciudad, lo cual considero un error importante.  

El programa fue definido por una consultoría internacional en base a un ideal de edificio sin tomar en cuenta la verdadera escala del Ministerio, que no cuenta con el dinero suficiente como para poder mantenerlo cuando se culmine. En ese punto si considero que hay responsabilidad directa de los funcionarios y técnicos que aprobaron y avanzaron con este proyecto, y no valen los argumentos anteriormente mencionados.

¿Cree que casos como éstos ocurren porque faltan arquitectos en política?
Yo creo que esto se debe a que faltan políticos de carrera, y partidos políticos serios y estructurados. Pensar que cualquiera está capacitado para ser congresista es un concepto errado y sumamente perjudicial para el desarrollo del país; como profesionales, creo que nuestro verdadero aporte está en el buen ejercicio de nuestro oficio, primando el comportamiento ético, y buscando siempre aportar a un ideal de mejor bien.
¿Siente este tipo de casos como un impulso para darle el tiempo y la frecuencia a sus artículos en “HABITAR” publicados hasta la fecha?

Sí, claro. Si revisas el blog podrás ver como he ido mutando de publicaciones de arquitectura, a publicaciones de diseño urbano, y últimamente a publicación de opinión crítica sobre nuestras ciudades y territorio. 

Sobre el tipo de publicaciones, hace mucho me enfrenté al dilema de cómo orientar el desarrollo del blog, y llegué a la conclusión que ser un espacio de repetición de material de otros no tenía sentido, al menos para mi persona. En contraposición, encontré que generar un espacio de opinión crítica podía aportar cierta singularidad que compense la falta de frecuencia y/o volumen de publicaciones de otros blogs, y ese es el formato que hoy manejo.

¿Siente que falta debate entre los arquitectos?
No estoy seguro, debatir entre nosotros es siempre enriquecedor, pero ¿cómo eso nos trasciende en la construcción de un mejor bien? Yo soy un convencido de las instituciones fuertes, como los partidos políticos, y en ese sentido creo que necesitamos un Colegio de Arquitectos fortalecido por sus agremiados, con voz fuerte, así como la de las universidades públicas.
Para terminar: En base a lo que conoce como profesional hasta la fecha, ¿hay algo que pueda predecir sobre el futuro de las ciudades en este país?

Yo creo que el futuro es en gran parte lo que estamos viviendo ahora: falta de planificación, cortoplacismo y oportunismo. Que el alcalde de Lima se niegue a planificar es un síntoma bastante crítico que debemos tomar en cuenta, principalmente por dos razones: Uno, que no existe un organismo nacional con las atribuciones suficiente como para exigir a las autoridades competentes la planificación como instrumento de desarrollo; y dos, que la planificación urbana en el Perú -a efectos prácticos- sirve para nada, porque el MEF es quien determina la asignación de presupuestos, y COFOPRI es quien orienta, indirectamente, el desarrollo de las ciudades. Para mí ese es el gran reto que hoy tenemos como profesionales: aportar a cambiar la mirada del Estado hacia el desarrollo de nuestras ciudades, del actual enfoque atomizado y cortoplacista, a una enfoque estratégico y adaptativo.

"Necesitamos un Colegio de Arquitectos fortalecido por sus agremiados, con voz fuerte, así como la de las universidades públicas." (Foto de ByPass de 28 de Julio; Fuente: Peru 21)


Escrito por

Juan Carlos Gonzales

Arquitecto con aires de periodista y sueños de músico. @JuankGonzales


Publicado en

Maquetas Aparte

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