El Centro Histórico de Lima es un espacio cultural por la naturaleza. La calidad de arquitectura colonial y republicana, y la gran cantidad de museos presentes en él así lo demuestran. Sin embargo la cultura en el Centro no se reduce solo a su legado histórico. Basta con pensar en la célebre frase de Abraham Valdelomar sobre el Perú, Lima, el jirón de la Unión y el Palais Concert, para entender que en muchos momentos el Centro ha alojado diversos movimientos culturales.
En las últimas décadas esto se viene dando principalmente a través del arte urbano, que dejo su huella en él a través de murales. Desde los creados por los movimientos contraculturales de Quilca hasta los elaborados a través del festival internacional Latido Americano, promovido por la anterior gestión municipal, muchos murales se convirtieron en parte importante del centro, llenándolo de nuevos colores y contenidos.
Es por eso que, tras el reciente borrado de murales por parte de la MML, es el momento de reflexionar sobre el rol del arte urbano en el Centro Histórico y en la ciudad, siendo los principales llamados a ello los jóvenes y estudiantes. Por ello contactamos a Leidy Sanchez, joven arquitecta de la UNI y ganadora del ‘II Concurso de Investigación sobre cultura en Lima Metropolitana’, investigadora del arte urbano en el Centro, quien nos habla sobre dicho rol y, en especial, el de los murales; y de cómo –por segunda vez en poco tiempo- perdemos una oportunidad de consolidar el Centro de Lima como un espacio (multi)cultural.
- Hola Leidy, el Arte urbano en el espacio público y en especial el caso del Centro Histórico es tu especialidad, cuéntanos cómo nace tu interés por el tema.
- Hola, bueno, gracias por la apreciación, aunque no me consideraría especialista en el tema, pero sí es uno por el que tengo mucho interés personal, y mucho más en el caso del Centro histórico de Lima, que es, definitivamente, uno de los principales espacios de la ciudad, que tiene y crea una relación diferente con quien lo visita; y en el que la presencia del arte urbano se ha hecho notar mucho más en los últimos años. Definitivamente en un contexto histórico y arquitectónico como el del centro, el arte tiene una presencia particular.
- ¿El arte urbano va con el centro Histórico de Lima? ¿Qué formas de Arte consideras valiosas para el espacio público del Centro?
- Si se parte de la premisa de que el escenario en el que se desarrolla dicho arte es precisamente el ‘espacio público’, pues tiene entonces el carácter de pertenecerle a todos; y en el que pueden expresarse todos. En la investigación que pude realizar respecto al tema, encontré una completa variedad de representaciones de arte urbano, algunas efímeras, otras de mayor duración y por ende de impacto diferente en el lugar. Sin embargo, considero que todas tienen un aporte diferente.
- En el caso específico de los murales, ¿Van con el Centro Histórico o deberían realizarse en otros lugares? ¿Estás de acuerdo con el borrado de murales en el Centro Histórico que viene realizando la Municipalidad Metropolitana de Lima?
- La presencia de murales, se puede apreciar no solo en el CHL. Cada vez más, y por suerte, resulta común encontrar muchos más puntos de color en la tradicional Lima gris. Si bien como lo mencioné antes el contexto del CHL envuelve muchas más variables, no son estas las razones válidas sobre las que pretende justificarse el reciente borrado de murales, que implica no solo un terrible daño físico contra la ciudad sino también un bloqueo del arte como medio de comunicación. Se mencionó que atentan contra la imagen y el patrimonio, que distorsionan la visión de la ciudad, lo que conlleva en realidad a preguntarnos de que visión se está hablando. La conservación del patrimonio no puede limitarse a esta consideración de ‘intangibilidad’ y a un encasillamiento en el pasado, ya que esta parte de la ciudad, como toda, no es solo un conjunto arquitectónico frío, por lo que necesita y debe ser intervenido. Necesita color y no solo de manera literal, sino del que se genera alrededor de estas intervenciones artísticas, y en el que radica mucho de su aporte: generar un centro vivo.
- En tu artículo para Arkinka señalas la capacidad del arte de transformar el espacio público en su dimensión humana y de generar identidad en los ciudadanos. Crees que los murales del centro Histórico tienen o tenían estas características?
- El arte en todas sus expresiones tiene un poder transformador, ya que tiene la capacidad de conmover, afectando no solo a la razón sino a la emoción de las personas. En el caso del arte urbano, la cercanía con la gente es mayor, logrando relaciones mucho más directas. La sola presencia de estas expresiones representan una reivindicación del espacio, desde el hecho de acercar el arte a la gente y sacarlo de las tradicionales galerías, pasando por las actividades que alrededor de él se generan, incentivando la apropiación del espacio y con ello, reforzando la relación de identidad que supone un verdadero espacio público. Al ser estas expresiones una vía de manifestación de la comunidad, implicaran entonces el empezar a identificarse con ellas, cuestionarlas, apreciarlas y empezar a entenderlas como parte del conjunto urbano.
- Hablando en términos cotidianos, ¿Los murales mejoran la seguridad, ornato o algún otro aspecto de su entorno urbano?
Los murales cambian evidentemente la imagen de la ciudad. Si hablamos en términos físicos, desde ese aspecto ya hay un proceso de recuperación, ya que generalmente son plasmados en muros abandonados o derruidos, fachadas ciegas, etc. Como no hablar de una mejora en cuanto a la imagen si donde antes existía una letrina publica, ahora existe un elemento expresándose; invitando al tránsito y al disfrute del lugar: Si la percepción de una calle cambia, la de percepción de la ciudad cambia también. Si quisiéramos seguir hablando de lo físico, esta clase de murales son respetados hasta por las personas o grupos que suelen ‘dañar’ el ornato, es muy raro encontrar alguno con pintas o algún tipo de intervención negativa, y esto es porque la gente empieza a identificarse con ellos. Evidentemente uno no cuida algo con lo que no se identifica y que no siente como suyo, la presencia de murales genera todo lo contrario, reforzándose el sentido de pertenecía y ello se refleja en una recuperación del espacio no solo física sino también social.
- Muchos de los murales del Centro Histórico eran visibles desde vías arteriales o sistemas de transporte público como el Metropolitano, además de por los visitantes al Centro histórico. ¿Se podría extender su poder transformador, o de creación de identidad hacia la sociedad limeña en su conjunto?
- El CHL no es -y debería ser- un espacio con el que se identifica todo ciudadano. Si partimos del concepto de ‘centro histórico’, el cual implica sentirlo como propio más allá del espacio-tiempo; la presencia de estos murales, al ser apreciados no solo por los residentes sino también por trabajadores o personas de paso e inclusive por turistas; empezaban a convertirse en un aspecto característico del CHL, pasando a formar parte de los imaginarios de la gente. Personalmente, ya me era fácil reconocer los murales que vería en mi transcurso por la Av. Tacna, si tomaba el metropolitano y pasaba por el Jr. Lampa, entre otras calles. Y puedo asegurar que con solo mencionar esas calles cualquier recuerda y sabe a qué murales me refiero. Empiezas entonces a generar una suerte de imágenes que acompañan tu recorrido y que inconscientemente te comprometen o relacionan con el lugar; he visto muchas veces a turistas fotografiando los murales. Te das cuenta con eso que son expresiones que no solo reconocerás tú como ciudadano sino que su extensión puede ser mucho mayor.
- ¿Crees que se ha pedido una oportunidad al decidir eliminar el arte mural del centro histórico?
- Es la segunda vez que se pierde una oportunidad en Lima de este tipo y, lamentablemente, con la misma persona a cargo. Ya es tristemente común el reconocer que ‘la cultura’ como elemento de transformación no es un tema primordial en nuestra agenda de desarrollo. Casos como el borrado de murales, se dieron en un antiguo cambio de gobierno (Andrade-Castañeda), como fue el caso del Jr. Quilca; quizá a menor escala o con menor repercusión que la que tuvo ahora, pero no por ello menos negativa, en ese momento se frustró el proyecto ya elaborado del ‘Bulevar de la Diversidad Cultural’ a lo largo del Jr. Quilca, en el cual el arte y la cultura en general eran el principal pilar y elemento de desarrollo y recuperación. Se negó como ahora la posibilidad de entender que Lima ya no es solo una ciudad colonial, es multicultural y eso se veía reflejado en dichas expresiones. El eliminarlas es definitivamente una negación de ello y toda negación de la realidad es un retroceso y una perdida.
- Hablando de oportunidades, la reacción en contra de esta acción ha sido importante, en las redes sociales, en los medios tradicionales y en las calles, ¿crees que estamos ante una oportunidad para empezar a reconocer la importancia del arte Urbano?
- Si hay algo de ‘positivo’, que podemos rescatar de este nefasto hecho es, como mencionas, la gran insatisfacción que ha generado en la población -pese a no ser toda-. Ya que aún existe una gran parte de ella mal informada a la que es muy fácil de engañar y hacerle creer que estas acciones resultan positivas para la ciudad. Es grato, pese a todo, que muchos de nuestros artistas urbanos hayan salido a expresar su molestia frente al terrible atentado de sus obras, muchos ya conocidos fuera de Lima, y algunos haciéndose notar pese a no ser el mejor de los contextos. Se aprecia a un artista ciudadano y a un porcentaje de la población que los reconoce y valora sus obras, las cuales en el contexto urbano dejan de ser elementos solamente estéticos. Este triste momento debería invitarnos a reflexionar sobre el potencial que tienen nuestros artistas y de lo que el arte y la cultura en general representan como medio de reivindicación urbana y social, más allá de los estereotipos.
- Para terminar, de los murales del Centro, ¿tienes un favorito? ¿Todavía existe? Que sensación personal te deja la eliminación o posible eliminación de este mural? ¿Alguien más te ha comentado acerca de sus sensaciones personales frente a la perdida de los murales?
Muchos de ellos me agradaban, cada uno te hacía sentir diferente, pero debo confesar que la mañana en la que vi por las redes sociales como eliminaron el mural ubicado en Jr. Lampa, el más conocido como ‘Antes Soñaba’, fue mucha mi nostalgia. Con ello comprobé a que nivel es que podemos llegar a relacionarnos con un elemento de la ciudad, una parte de ella. Porque creo que en eso se ha convertido no solo ese mural sino muchos otros; y así como lo representaba ese mural para mí, pude compartir felizmente la misma impotencia con muchas personas cercanas y sensibles al tema. Ahora quizá seamos ‘minoría’ muy probablemente, pero prefiero creer que en un nuevo contexto no seremos solo más indignados sino más actores y más personas entendiendo lo que estas expresiones representan.