Cuando a una persona le apasiona algo, lo más saludable es que gran parte de sus prioridades y energías vayan enfocadas hacia ello (por más indiferente que pueda ser el entorno al respecto). Es por ese tipo de reacción que un grupo de personas de distintas profesiones terminaron formando la Sociedad Peruana del Bambú, la cual actualmente es liderada por la arquitecta Tania Cerrón, quien a la par de sus proyectos profesionales y su labor como docente universitaria sueña con que algún día en el Perú se llegue a valorar al bambú en una óptima dimensión. Y para ello trabaja (y bastante).

(Fuente: Tania CerRón)
- ¿Qué tan importante es el bambú en tu vida profesional?
- El bambú es parte de mi vida profesional, pues justamente desde que salí de la universidad he empezado a investigar y creo que forma parte de mi crecimiento profesional y de mi posición como arquitecta, siempre relacionada a mi compromiso ambiental; entonces sí estamos muy relacionados el bambú y yo.
- ¿Qué tanta diferencia hay entre los alcances y limitaciones que ofrece este material?
- A ver, sobre alcances tenemos diferentes focos de bambúes cultivados y de bambúes nativos, y tenemos el recurso como para investigar, innovar e ir explorando nuevas alternativas. Las limitaciones son de parte de las instituciones, o de algunas, porque ahora hay cada vez más interés en el tema y hay más instituciones que están comprometidas o que tienen una apertura, como en el caso de SENCICO con quienes vengo trabajando ya años atrás, y ahora con la Agraria; pero son pequeñas iniciativas, lo cual lo hace un limitante porque debería haber más fomento sobre todo en el tema de innovación, porque si tenemos el recurso: okey entonces, ¿para qué vamos a utilizarlo, y cómo podemos darle valor agregado con una visión de desarrollo sostenible?
- ¿Es mucho lo que nos falta aprender sobre el bambú?
- Podemos decir que sí y no, porque el bambú es parte de nuestra cultura: si nos remontamos hacia el pasado el bambú lo teníamos desde tiempos pre incas, luego lo hemos utilizado en el sistema constructivo de quincha, con lo cual ya tenemos un sistema constructivo que es propio de la cultura peruana; pero digamos que si queremos innovar y ser más juiciosos con el tema de nuevas tecnologías tiene que ir acompañado obviamente con investigación. Entonces debemos saber que hemos estado aprendiendo de países como Colombia en lo referido a técnicas de construcción con bambú rollizo, y que debemos seguir sustentando la investigación porque si bien es cierto Colombia nos ha enseñado algunas técnicas ellos siguen investigando para perfeccionarlas (sobre todo en el tema de las uniones, que si bien son pernadas debería investigarse más para que el bambú pudiese tener mayores resistencias).
- Eso es en comparación con países de América Latina, ¿pero qué tan diferente es nuestro nivel en comparación con, por ejemplo, países de Asia?
- Claro, ya comparando a nivel de Asia sí nos falta muchísimo (digamos que unos cien años) por investigar, por innovar y por aprender, especialmente en el tema de los laminados. Ya no ver el bambú solo en su forma artesanal sino también de forma industrial: que sea también un material con el cual puedas ver una arquitectura y una construcción industrial procesada y en masa, ya no tan artesanal. De eso sí nos faltaría mucho por aprender.
- ¿Cómo surgió la idea de formar la Sociedad Peruana del Bambú?
La historia surgió cuando un chileno vino averiguando sobre el bambú acá en el Perú, y éste unió a diferentes profesionales que veníamos trabajando en ese momento con el recurso. De ahí en unas reuniones hablando del tema veíamos que nos apasionaba y sobre todo que podía ser una alternativa para el desarrollo del Perú, para el desarrollo sostenible y para poder ayudar a la gente a través de un recurso natural. Entonces cada uno con su visión (yo como arquitecta, los demás miembros son de diferentes profesiones) creíamos que era la alternativa, y por eso decidimos formalizarnos y justamente motivar, difundir y hacer que el Perú conozca al bambú y que sea la alternativa para poder ayudar económica y culturalmente al desarrollo sostenible.
Estructura realizada durante un taller Organizado en la UNALM (Fuente: Sociedad peruana del Bambú)
- ¿Y cómo sienten la acogida hacia esta propuesta?
- Bueno, ya la Sociedad tiene 9 años desde el 2005 hasta la fecha y al inicio nadie nos creía, era muy difícil hacer difusión y capacitación; pero bien que mal hemos continuado. También cada uno de los miembros en sus labores profesionales maneja el tema del bambú como parte de su profesión, y como muchos de ellos son académicos y trabajan en instituciones de investigación siguen con este tema. Eso ha dado pie a que esta red se haya abierto más, con lo cual hemos podido participar no sólo a nivel nacional sino también a nivel mundial, y ya ser reconocidos como una organización que está impulsando y que está trabajando alrededor del bambú.
- En cuanto a los arquitectos (ya hablando desde tu profesión), ¿cuál es la principal facilidad que uno puede encontrar en el bambú como arquitecto?
- Lo interesante de este material es que siempre estás creando, siempre te involucra cada vez que haces una forma, cada vez que creas una composición, un objeto arquitectónico, una infraestructura, etc. Cada uno es diferente a otro, y les tienes que dar soluciones que no necesariamente las ves en el plano o en la maqueta, sino en obra; y en obra justamente ves si es viable o si se puede cambiar, lo que conlleva a una investigación continua (aunque no siempre vas a tener la solución desde el inicio, puede ser una solución que vaya cambiando). Eso en la parte constructiva, y en lo referido a cómo concibes la arquitectura o la forma es que te da esa flexibilidad de crear formas en las cuales tienes que pensar en las geometrías, conociendo el material para que pueda soportar las propuestas que uno imagina. Asimismo puedes encontrar por su naturaleza flexible y no uniforme la posibilidad de ser flexible tú con él y él contigo, y ambos van aprendiendo y se van acomodando a tu propuesta arquitectónica. En el bambú puedes proponer miles de formas, pero a la vez tienes que ser consiente de cómo trabaja el material; así tú vas jugando y así tú vas proponiendo. Eso es lo rico: cada proyecto y cada obra es una investigación que te lleva a retos de cómo resolver la propuesta concebida.
- Hace unas semanas realizaron un workshop en la Universidad Agraria (UNALM). ¿Qué tan importante es el nexo que tienen con esta universidad?
- Justamente con la UNALM vamos a firmar un convenio para formular proyectos de investigación, ya que la universidad tiene interés en la investigación del bambú y nosotros como especialistas hemos pensado en que podríamos trabajar conjuntamente para que motiven a los estudiantes a seguir investigando en los temas que les compete a la parte Forestal, Agrónoma, etc., que sea afín a la universidad. Entonces hay una relación que se está construyendo y solidificando para que no solo conlleve a enseñar a los estudiantes o ver la parte de proyecto de investigación, sino también poder generar cursos especializados dentro de la universidad (eso también lo espera el decano de Forestales) para que haya alternativas para las diferentes profesiones.
- ¿Y han tenido conversaciones para realizar actividades con la Universidad Ricardo Palma, que es de la cual provienes?
- Bueno, al inicio sí porque fue el primer diplomado en la URP: el primer diplomado en Perú de diseño y construcción con bambú, que duró 4 meses y que académicamente a nivel de Perú ha sido el programa más grande (casi como especialización); pero lamentablemente no ha tenido una sucesión, no ha habido una consecuencia después de eso, digamos que ha sido más una motivación de los mismos estudiantes y de los egresados que han podido empujar el tema del bambú. Con la Universidad (Agraria) ahora se les está proponiendo abrir un curso de bambú para dictarlo dentro de la estructura curricular de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo (FAU-URP), y estamos a la espera de que sea viable o no, porque sería muy interesante hacer una sinergia entre la URP y la UNALM y que tuviesen un complemento entre los arquitectos y los forestales para que puedan armarse programas más interesantes de investigación.
- Última pregunta: ¿qué es lo que se viene ahora para la Sociedad Peruana del Bambú?
Tenemos algunas perspectivas y retos como el tema de establecer por un lado la capacitación, para no esperar que otras instituciones den la iniciativa sino que nosotros hagamos la continuidad para que el conocimiento no se quede y más bien podamos divulgarlo y enseñarlo. Otra meta es buscar alianzas estratégicas para diferentes proyectos, porque ya tenemos la línea base de los ejes potenciales del bambú en el Perú: ¿qué especies deberíamos investigar, y para qué productos a nivel nacional?; entonces lo que ahora esperamos es hacer estrategias no sólo centralizadas en Lima, sino buscar universidades al interior del Perú donde haya el recurso. También pensamos sacar un boletín informativo para divulgar todas nuestras experiencias y poderlas transmitir como documento, además de buscar conexiones internacionales para que estudiantes puedan capacitarse fuera del país.
Miembros de la Sociedad Peruana del Bambú (Fuente: Sociedad peruana del Bambú)